El oro ha cautivado al hombre desde que descubrió su existencia. Hay quienes dicen que su brillo y color evocan al sol, y otros dicen que el brillo que desprende este precioso metal recuerda al resplandor agua cuando refleja la luz.
A lo largo de la Historia, el oro ha estado presente en la vida del hombre. Lo vemos en una gran variedad de herramientas y objetos ornamentales; también, ha sido utilizado como medio de pago.
¿Sabías que se han encontrado monedas de oro en lo que fue el reino de Loulan, en el período Mesolítico de entre 10.000 y 7.000 años a.C?
Los mejores deportistas olímpicos reciben una medalla de oro como premio a su esfuerzo y triunfo.
Desde siempre, este prodigioso metal ha tenido un lugar relevante en muchas culturas alrededor del mundo. Y es que la simbología del oro ha dejado un legado que llega hasta nuestros días, donde aún conserva un significado muy especial para las personas.
Hoy queremos hablarte de la simbología del oro; haremos un repaso por las culturas y civilizaciones que veneraban a este fantástico metal noble, y te compartiremos algunos datos curiosos que envuelven al único metal capaz de compararse con el propio Sol.
¿Qué es lo que hace al oro un metal tan apreciado y venerado?
Gracias a su cualidad de permanecer inalterable ante fenómenos como la oxidación o la corrosión, el oro ha sido un símbolo de pureza e inmortalidad para muchas culturas del pasado.
Dentro del grupo de los metales nobles, entre los que se encuentra nuestro protagonista de hoy, el oro es el más maleable de todos.
Esto ha permitido que, a lo largo de la Historia, haya sido el metal protagonista de multitud de piezas de orfebrería destinadas a cultos religiosos, así como también una gran cantidad de joyas, coronas y símbolos de nobles y reyes.
El oro y sus aleaciones
El oro es un metal muy blando; de hecho, para poder trabajar con él en joyería es necesario crear aleaciones con otros metales para que le confieran dureza y resistencia.
Estas combinaciones de los diferentes metales con el oro dan lugar a hermosos colores, diferentes al característico color amarillo que presenta en su forma original.
En joyería se utilizan 7 aleaciones diferentes que dan lugar a estos bonitos colores del oro:
- Oro amarillo: compuesto por oro, cobre y plata.
- Oro rojo: su composición es oro y cobre.
- Oro blanco: el oro blanco es una aleación de oro, plata y paladio.
- Oro rosa: de hermosa apariencia, está compuesto por oro, plata y cobre. Si bien esta aleación está hecha con los mismos metales que el oro amarillo, en el oro rosa el cobre está en mayor proporción que la plata, gracias a lo cual se obtiene la delicada tonalidad rosácea que lo hace tan especial.
- Oro verde: es una aleación de oro y plata.
- Oro gris: esta combinación contiene oro, níquel y cobre.
- Oro azul: es una aleación de oro y hierro.
Esta posibilidad de combinar el oro con otros metales ha permitido a joyeros y orfebres crear piezas de extraordinaria belleza y valor, que son auténticas obras de arte.
Los alquimistas y la piedra filosofal también rendían culto al oro
En la época medieval los alquimistas se dedicaban a la búsqueda de la piedra filosofal, un objeto imaginario capaz de transformar cualquier metal como, por ejemplo, el plomo, en oro.
En realidad, la alquimia, esta antigua práctica que mezclaba elementos de química, metalurgia, física, medicina y astrología, entre otros, no era más que una forma de buscar la vida eterna.
Los alquimistas, predecesores de los químicos modernos, tenían como misión devolver al hombre los poderes que había perdido para llevarlo a la senda de la evolución y convertirlo en el “hombre de oro”.
Siempre se ha relacionado el oro con la pureza, las virtudes humanas y la inmortalidad. De hecho, en la actualidad decimos expresiones como “vale su peso en oro” cuando nos referimos a una persona buena y noble.
La simbología del oro en otras culturas
El color y brillo tan especiales que tiene el oro, ha sido motivo para muchas culturas de asociarlo con nuestro astro rey, el Sol. Por este motivo, encontramos una gran variedad de coronas y cetros reales fabricados en oro, y adornados de manera profusa con piedras preciosas con gemas.
La simbología del oro como representación de la divinidad la encontramos en diversas culturas como, por ejemplo, los mexicas, que por su brillo y color lo consideraban un símbolo vinculado al fuego y al sol. Lo llamaban coztic teocuitlatl que, traducido al español, significa excremento de los dioses.
Por el carácter divino que otorgaban los mexicas al oro, reservaban su uso como adorno de imágenes de deidades y para elaborar finas piezas de joyería para la nobleza y los gobernantes.
Antiguo Egipto
Hace 5 milenios Egipto era el país más poderoso del mundo. Gracias a la gran riqueza de oro que tenía, logró alcanzar un desarrollo económico, tecnológico y cultural muy superior al de otros pueblos del mundo antiguo.
Reservado a los faraones y la nobleza, para los egipcios el oro era la materialización del dios Ra, o dios del sol, su deidad más importante. Lo usaban en la confección de máscaras funerarias, pequeñas herramientas y toda clase de piezas de joyería.
El oro, una fuente de inmortalidad
Los taoístas consideraban al oro la fuente de la inmortalidad y formaba parte de su dieta; lo comían con el deseo de alcanzar la vida eterna.
Desde los albores de la civilización, el oro siempre ha tenido un lugar relevante en las sociedades como símbolo de lo divino, del sol, de pureza e inmortalidad.
En todas las culturas hemos podido apreciar un denominador común: el oro simboliza el poder y la riqueza. Este hecho no ha cambiado, y hoy en día el metal precioso sigue siendo un importante activo de valor para los gobiernos y los inversores.
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